Al aceptar los desafíos terrenales recordamos que nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos, como menciona «Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y ansiamos con muchas ganas verlo regresar como nuestro Salvador» La Biblia puede ser una fuente de consuelo y guía espiritual en https://devinsmdrg.mybuzzblog.com/12086092/how-much-you-need-to-expect-you-ll-pay-for-a-good-oración-para-la-paz-interior